Nunca imaginamos que algo así pudiera ser noticia: este año habrá Premio Casa.

Tan natural fue –a lo largo de más de seis décadas– la existencia del certamen, que dábamos por hecho su celebración aun en las circunstancias más adversas. Hasta que una epidemia, de esas que han asolado la literatura desde los tiempos de Edipo Rey, logró prácticamente detener el mundo y, con él, la realización en 2020 de este concurso.

Las circunstancias nos obligaron, dicho sea de paso, a acelerar algo que desde hacía tiempo venía siendo necesario. Convocar las obras de manera virtual nos permitió salvar escollos y facilitar notablemente la llegada de obras al concurso. Y supuso también un desafío, porque las posibilidades tecnológicas desataron un alud como no se había visto en nuestra historia. Más de mil seiscientas obras en apenas tres géneros (Poesía, Novela y Ensayo de tema histórico-social), inundaron las oficinas y pasillos virtuales de esta Casa.

El hecho es que entre el 24 y el 28 de enero los jurados se reunirán –algunos de manera presencial, otros desde la distancia– para deliberar y otorgar los galardones por los que optan más de mil escritores, y que siguen otros muchos miles de lectores, como parte de una larga tradición que es parte esencial de la cultura latinoamericana y caribeña desde hace más de medio siglo.

De manera que sí, es noticia: pese a tantos desafíos este año habrá, de nuevo, Premio Casa.